Teatro Espontáneo: actores itinerantes en busca de historias
Psic. Antonio García, Psic. Pablo Haberkorn
"...aquello que buscaba era siempre algo que estaba delante de él, y aunque se tratara del pasado eraun pasado que cambiaba a medida que avanzaba en su viaje, porque el pasado del viajero cambia según el itinerario cumplido, no digamos el pasado próximo al que cada día que pasa añade un día sino el pasado más remoto. Al llegar a cada nueva ciudad el viajero encuentra un pasado suyo que ya no sabía que tenía: la extrañeza de lo que no eres o no posees más te espera al paso en los lugaresextraños y no poseídos." Italo Calvino. Las ciudades invisibles.
Un poco de historia.
El 1º de abril de 1921 Jacob Levy Moreno dirige la primera sesión del Teatro de la Espontaneidad. Con el nuevo dispositivo ideado, los actores surgen desde el público y todo es improvisado, la obra, la acción, el tema, las palabras, el encuentro yla resolución. Al decir de Moreno, el viejo escenario desaparece siendo reemplazado por la vida misma.A lo largo de su obra siempre se preocupó por investigar y destacar el valor terapéutico de la creatividad y la espontaneidad, sosteniendo que la primer notacaracterística del acto creador es la espontaneidad entendida como una disposición para la acción libre, despojada de lo que llama “conservas culturales”, productosmarcados por la repetición y la estereotipia.El teatro espontáneo invita a poner en acción las historias de la gente, borrándose las fronteras entre el público, los actores y los dramaturgos. Inaugura unterritorio que comunica el teatro con el psicodrama, lo artístico con lo terapéutico.
Nuestro Teatro.
Partiendo de la concepción de Moreno, el dispositivo de
teatro espontáneo con el que trabajamos se nutre también de aportes del
Playback Theatre creado por Jonathan Fox en 1975. En el mismo, el protagonista
del relato no está dentro de su propia escena sino fuera de ella, ocupando el
lugar de narrador que cuenta su historia y la contempla, mientras los actores
elegidos la representan y la transforman. A lo largo de los distintos tiempos
que componen una función (caldeamiento, dramatización y cierre escénico) el
teatro espontáneo en tanto creación colectiva, necesitará que el protagonismo
circule entre el público, los actores y el director. El caldeamiento como
momento de sensibilización individual y colectiva deberá generar condiciones de
seguridad y confiabilidad que habiliten el surgimiento de historias. Mientras
surge un narrador, los actores vestidos de negro están sentados frente a la
audiencia, ofreciendo un espacio “vacío de significaciones” (Garavelli) que habilita
los mecanismos de identificación y proyección. Desde una apariencia neutra, un
interior caldeado y un diapasón resonante, esperan a ser elegidos. El Director
Será quien desde la puesta en escena, dirija la
espontaneidad de los actores, solicitando que se refuercen los pilares
dramáticos de cada historia. Dirección artística que se articula con la de
sostener a la audiencia y al narrador, ponderando los tiempos y el grado de movilización
en cada momento. En la composición de la escena, los actores y el director se
guían por los principios de la Antropología Teatral descritos por Eugenio
Barba: la presencia de una tensión extra cotidiana en sus cuerpos, las
oposiciones que guían la dinámica de los movimientos, la aplicación de una
consistencia inconsistente en su accionar y la amplificación de las sensaciones
de equilibrio. Si bien trabajamos en el orden de lo imprevisto, el encuadre es
una herramienta fundamental que protege a la audiencia y al grupo. Su
estructura interna fija y las reglas de la técnica sirven de sostén a la espontaneidad.
Cuando utilizamos la técnica del teatro espontáneo con fines pedagógicos, abrimos
en el final un espacio para poner en palabras. No se trata de juzgar ni interpretar
el trabajo de nadie, sino que cada participante comparte desde su historia
personal cómo resonaron en él las historias representadas. Si trabajamos en funciones
abiertas a la comunidad no abrimos este espacio, ya que la última historia representada
si es bien elegida y trabajada da cierre a la función. Los actores espontáneos
no se caracterizan necesariamente por su profesionalidad actoral sino por su
capacidad de escucha resonante y espontaneidad entre nada. El teatro espontáneo
tiene efectos terapéuticos asimilables a los surgidos de la participación en
cualquier otra actividad artística, derivados de una actividad liberadora,
lejos de la normativización. La asociación de lo terapéutico con lo “normal”,
con la norma social de la que es necesario no apartarse recorre la práctica
psicológica y psiquiátrica más de lo que estaríamos dispuestos a admitir .Alejándonos
de esta línea planteamos lo terapéutico como aquello que favorece el
acontecimiento creativo y la espontaneidad. En este cruce de caminos, en esta
particular intersección entre lo artístico y lo terapéutico, esta técnica puede
acercarse más a uno u otro polo, dependiendo del contexto y objetivos de la
intervención.